La zona de estudio


Uno de los pilares del trabajo y/o el estudio es dónde trabajamos. Este lugar suele ser nuestro santuario o zona cero a la hora de hablar de tareas y labores, pero normalmente no le prestamos suficiente importancia y acaba siendo cualquier zona de cualquier manera.
En este post intento daros unos tips o consejos para mejorar nuestra concentración y productividad, de modo que nuestra tarea sea más cómoda y productiva.

Primer punto: LA LUZ
  • La mesa de trabajo debe tener luz natural a ser posible, y si no es así, luz blanca. Está comprobado que en ausencia de luz forzamos mucho los ojos, provodando futuros problemas de visión y posturas innecesarias y posiblemente dolorosas.
  • El enfoque de la luz debe ser de manera frontal o al lado contrario de la mano con la que escribamos: si somos diestros, la luz debería entrar por la izquierda (o posicionar nuestra lámpara a la izquierda), y si somos zurdos, la luz entrará por la derecha (o pondremos la lámpara a la derecha).

Segundo punto: EL LUGAR DE TRABAJO
  • Me repito, pero es importante: debe estar  bien iluminado. Además de esto, los colores de las paredes deberían ser claros y luminosos, pero sin llegar a ser chillones.
  • Tiene que ser espacioso (aunque sin exajerar), para no sentirnos agobiados por la insuficiencia de espacio y de movimiento.
  • Deberá ser un lugar tranquilo y sin ruidos (o con el mínimo de ruidos posible) para poder concentrarnos en nuestros quehaceres y no en la ambulancia que acaba de pasar o en los gritos del piso vecino.
  • Siempre, siempre, siempre será el mismo. ¿Os acordáis del post de los hábitos que escribí el mes pasado? Pues es un buen momento de aplicarlo a la vida real. La costumbre de trabajar en el mismo sitio ayuda a nuestro cerebro con respecto a la estabilidad, y esto a su vez ayuda a tener una concentración más rápida.

Tercer punto: LA MESA
  • Nuestra mesa debería ser de un tamaño medio, me explico porque esto es muy relativo: no debe ser pequeña porque necesitaremos espacio para nuestros útiles y para nosotros mismos cuando estemos trabajando, pero tampoco debe ser excesivamente grande porque perderíamos tiempo en llegar a acceder al lugar donde queramos llegar para conseguir un material, dejemos esa función a las baldas y estanterías. A esto, debemos pensar en la particularidad
  • Es recomendable (casi imperativo) tener la mesa lo más despejada posible, sólo deberíamos tener encima objetos de uso frecuente o necesarios en ese momento de trabajo y el resto organizarlo en cajones (post-its, grapadoras, clips, CDs, reglas...) o en estanterías (material de consulta, libros, diccionarios, apuntes, carpetas, organizadores...).
  • La altura de la mesa de trabajo es algo también a tener en cuenta. Ha de ser una altura adecuada a nosotros, porque si es pequeña, necesitaremos invertir en un buen masajista (por el dolor lumbar y las contracturas que pueda causarnos) y si es alta, cuesta mucho acceder a las cosas e incluso escribir.

Cuarto punto: EL ORDENADOR Y LOS PERIFÉRICOS
  • Hoy en día utilizamos el ordenador para casi todo y por supuesto también para nuestro trabajo. Es recomendable tener el ordenador al lado, pero no frente a nosotros ya que provocaría tendencia a mirar nuestro correo o redes sociales constantemente. Si por necesidad de espacio debemos tenerlo en frente, poned la pantalla a un costado de la mesa dejando libre la parte frontal. Otra variable es que trabajemos principalmente con él, en cuyo caso es aconsejable colocar la pantalla al frente y dejar el material de papelería a un lado.
  • La impresora, escáner o multifunción han de estar a un lado, alejada un poco de donde estemos, ya que requiere bastante espacio y podría provocar sensación de estrechez o apocamiento de nuestro lugar de trabajo. A ser posible, debería estar incluso separada de nuestra mesa, aunque tengamos que levantarnos a por aquello que queramos imprimir o escanear.
Espero que os pueda ayudar a la hora de mejorar vuestro rendimiento (o el de vuestros hijos) a la hora de trabajar.